Las cajas muestran las flores en toda su belleza. Ellas por sí solas ya son hermosas, pero al colocarlas en una caja, tenemos la posibilidad de añadir toda clase de ornamentos, como diferentes tejidos, composiciones de papel y origami, lazos, e incluso juguetes y dulces para los más pequeños. Las posibilidades están limitadas sólo por la imaginación.